Artrosis de Rótulas Bilateral

El pasado martes me levanté como siempre, temprano a desayunar. Bajé las escaleras de mi cuarto hacia la cocina, hice mi jugo de naranja, partí mi ración de melón y me senté en un banco alto, frente a la barra, dispuesto a consumir lo preparado. Terminé y me dispuse a lavar los trastos ocupados. A la hora de bajar las piernas del descansa pies, mis piernas titubearon. Un dolo intenso se apoderó de mi, en las rodillas. Con todo y dolor caminé, lavé trastes y me dispuse a a realizar las actividades programas, compromisos ineludibles: banco, paquetería y visita a una tienda. Con trabajos subí al carro y emprendí mi camino.

Primer escala: llegué a la plaz, bajé del carro y con muchos trabajos, caminé hacia la escalinata, con ayuda de las paredes, alcancé mi objetivo. Llegué al banco, pagué y salí. El regreso al carro similar.

Posteriormente a la paquetería. Bajé la caja que habría que mandar a Tampico, subí una pequeña escalinata y tuve que resistir parado un buen rato. Un solo despachador y varias personas por delante de mi. Media hora. Mandé mi paquete y se regreso al carro.

El tercer punto más complicado. Al otro lado de la ciudad. Llegué, mi bajada del carro fu aún más dificultosa. Tuve que subir una escalinata, para que me informaran que la chica que buscaba esta en la tienda… En la planta baja… aguanté, hice mi presentación y salí. Ya de regreso a casa.

Al llegar a casa, bajé del auto, entré con trabajos y después de hacer mi comida, me subí a mi cuarto. Me recosté y para la noche el dolor de rodillas había incrementado considerablemente. Así, bajé a cenar.

La hora de dormir. Cuatro de la mañana al baño, con mucho trabajo me logré parar sobre mis piernas; me auxilié de una silla de escritorio con ruedas y llegué al baño. Regresé en la mi forma a la cama. seis y media de la mañana. de nuevo al baño. Ya fue imposible ponerme de pie, con todo y silla no lo logré. Pude pasarme casi sentado a la silla y arrastrándola llegué a la puerta del baño. Oh, hay una barda de 10 centímetros de altura. Con silla no podía entrar. Intenté de todas formas ponerme de pie. No lo logré. Llamé a mis hermano y al hospital. Cargado por mi hermano pudimos bajar escalera y llegar al carro.

En urgencia pedimos una silla de ruedas, como pude salí del carro. Mi hermano casi me levantó en vilo y me sentó en la silla. Ingresé para atención. Había que poner una inyección para calmar el dolor de piernas. Parecía lucha grecorromana. El mesero igual de flaco que yo medio me cargó y como pudimos, llegué a una camilla. Me inyectaron y de regreso el mismo show. Me sentaron en una butaca –afortunado yo, porque solo hay dos de ellas, los demás son sillas de metal– Me pusieron suero vía intravenosa y pasaron medicamentos. Después de cuatro horas pensé estar bien. Ganas de ir al baño de nuevo, pero no me atreví a intentar ir.

Me tocó me llevaran a Rayos X a sacar placas de ambas rodillas. El camillero tuve que volver a ayudarme a pasar a la silla de ruedas, porque no pude levantarme. No pude subir a la plancha. Tuvieron que jakar una camilla, bajarla y prácticamente sentado pasarme y acostarme. No pude estirar al 100 las pierdas, medio encogidas, tomaron placas de frente, de lado y del otro lado. Con trabajo y dolor, lo logramos.

No quise pedir al camillero se detuviera en el baño, porque sería otra pachanga. regresé a mi «cómoda» silla y allí permanecía tres horas más. Los resultados de laboratorios estaban listos, Las placas igual. El doctor dijo iría por ellas. Regresó media hora después para informarme: Artrosis de Rótulas bilateral. Mis hermanos fueron puestos en conocimiento y les dieron instrucciones: reposo absoluto; indicaron medicamentos, para el dolor, para la inflamación, para una posible infección y una inyección para aplicarse solo en caso de dolor intenso y si se puede no aplicarla, mejor y acudir a urgencias de nuevo, porque esta inyección baja mucho la presión.

Preguntaron por qué de esto, y dijeron que por tres razones: la edad, el ejercicio y la enfermedad celiaca (EC). Sabemos que ésta última desgata los huesos de manera progresiva y eso ha ocasionado que comience a presentar este tipo de problemas.

Y aquí estoy entre reposo, cuidados intensivos en mi casa y ya con mucho menos dolor, lo que ya me permite moverme con mayor libertad. Parezco niño APAC, pero ya levantado de nuevo. Un mes de tratamiento, pero no imposibilitado que baje a comer y suba descansar.

La EC no respeta condición, raza o estrato social y mucho menos edad.

Saludos